En Tránsito (Miembro de Oro)

Este Barça parece estar en tránsito, entre dos vuelos, viene de un viaje en el que el tridente lo era todo pero en el que fue tristemente superado en Champions y que, por tanto, necesitaba mejorar y está a la espera de emprender otro nuevo con los fichajes que sustituyan al chico de los 222 millones y le lleven a alzar de nuevo el vuelo. Mientras tanto, todo el club parece depender de Messi, o más concretamente de su miembro, al cual estamos todos enganchados a falta de otros motivos en los que confiar. Que no se constipe.

Así, los dos primeros partidos de Liga han sido básicamente eso: momentos de espera hasta que El Más Grande se decidiera, o más bien, encontrara el momento de resolverlos, como ayer, como tantos...

Ustedes me dirán, con razón, que para eso lo tenemos, pero yo les respondería que ya no basta con eso para la gloria.

Respecto a ayer decir que Valverde intuyó que el Alavés no está para muchas fiestas y que, seguramente, es uno de los claros aspirantes al descenso puesto que, tras la gran campaña del año pasado, los mejores jugadores de su plantilla volvieron a sus clubes de origen, dejando bastante mermado al equipo. Por eso, al bueno de Ernesto se le ocurrió experimentar.

Porque no puede ser otra cosa más que un experimento la banda derecha con la que salió el equipo, con Sergi Roberto en la posición de lateral y un repelado Aleix Vidal en la de extremo, un experimento que salio regulero, siendo generoso. En la otra banda probó el combo Alba-Deulofeu que no por mucha ventaja pero salió algo mejor. Así, con las bandas más bien afeitadas, todo dependía de Messi que bajaba a la posición de medio centro para el inicio de las jugadas, ante la falta de oxígeno de un envejecido Benjamin Button Iniesta y un poco inspirado Rakitic (qué lejos está aquel brillante goleador del Sevilla). Pero es que además tenía que acabar Él las jugadas también ante la alarmante falta de remate de lo que había arriba.

Todo pudo mejorar tras el señalamiento de un penalti a Piqué que nos pareció claro a todos menos al adoctrinado Kluivert (qué asco), pero que Messi falló (a veces es humano lo cual lo hace todavía más grande). El Alavés pudo haber acrecentado el desastre si sus delanteros hubieran estado finos pero labuena colocación de MATS minoró pérdidas.

La segunda parte comenzó con Barça más intenso y a base de ir el cántaro a la fuente, y en una jugada en la que Messi buscó un balón que ya había perdido en una pared con Alba, abrió el marcador con un chut de fe que rebotó en el defensa y entró en la portería de un Pacheco que creía haberle ganado la partida a D10s, grave error.

Pudieron venir muchos goles, y el ataque mejoró con el cambio de Vidal por Alcácer, pero Messi solo pudo redondear su doblete cuando el de Torrent arregló un mal pase con una asistencia de cabeza que Lionel remató a bocajarro ante un Pacheco que acabó maldiciendo su osadía. Después, la pulga tuvo su poste de cada día que se debe añadir a los tres de la primera jornada. Con un poco de suerte llevaría seis goles en dos jornadas. Todo llegará.

Como anécdota final nos encontramos con el debut de Paulinho, la estrella del fútbol chino que hemos fichado por 40 millones y del que de mi sesudo análisis puedo concluir que: 1. Pechopalomea y 2. Viene imbuido de la estética de Fu Man Chú con esa indescriptible barba. Que Confucio no se lo tenga en cuenta.

Ahora parón. Mátame camión.